
Una de las cosas más bonitas que he aprendido a valorar este Verano es que he podido salir sola a caminar o a andar en metro...quizás no es la mejor época para hacerlo pero no quedaba otra, y como no soy una persona mañosa (suenan los cuek) debía ir a la Universidad a trabajar demorándome 2 horas ida y vuelta. Hoy no fui a la U, pero ocurrió una experiencia similar, escuchando música me topé con una arboleda, esas típicas callecitas que tienen en sus veredas caminitos de Plátano Oriental (que en esta fecha no los odio, porque obviamente estamos en verano y no en primavera :B) y me dispuse a caminar bajo estos simpáticos arbolitos. Sonando "Smile" de Lily Allen pensaba en esos pequeños rayitos de Sol que se asoman tras los árboles, era como una escena demasiado feliz como para entenderla, como las de las películas románticas gringas que te hacen llorar, pero como ya estaba ahí dije...."No queda más que disfrutar del momento" y me mentalicé a ser la protagonista de esa escena tan cliché. Los rayitos del sol golpeaban mi cara, pero no con tanta intensidad, traspasaban las hojas, ese calor era agradable... estaba allí, a pesar de esas hojas que no dejaban que tocaran mi cara...es similar a los sucesos de hoy, eres como los rayitos de sol, están ahí para darme calor y hacerme sentir que vivir lo que estoy viviendo vale la pena, y aunque las hojas tapen un poco esa luz, ese toque llega en su justa medida, me agrada...y me hace quererlo tal cual, aún con las cosas que lo tapan todo....Me gusta que la vida me dé esas pequeñas luces que hacen de mi día algo un poco más distinto...Sólo con caminar bajo un árbol...
Derrepente las cosas mas insignificantes de la vida te sorprenden y es hay cuando comienzas a comprender lo bello de la vida... aunque muchas veces como dices hay cosas que lo tapan todo pero... siempre un poco de luz debe pasar... como decía mi viejita... siempre después de la tormenta debe salir el sol :D
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