Algunas personas se vuelven tristes cuando son aún terriblemente jóvenes. Sin motivo especial, parece. Casi como si hubiesen nacido así. Se lastiman más fácilmente, se cansan más pronto, lloran más, y recuerdan más. Y, como digo, se vuelven tristes antes que nadie en el mundo. Lo sé, pues soy uno de ellos.
Naaaa, naaah naah narananá, narananá...Hey Jude :D
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar