Esta no es la excepción en la que el orgullo me venció y no fui capaz de decir que a pesar de todo quería que esto mejorara. Él tampoco lo dijo, y si tuvo la oportunidad, esta y muchas otras. Yo creo que cuando queremos decir lo que pensamos casi siempre herimos a los que queremos, o quizás hay gente que no hiere, si conocen a alguien preséntense ahora por favor.
En fin, sólo queda esperar que la temperatura de ambos baje para que las diferencias se puedan hablar mirándose a los ojos sin herir al otro
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