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Los medios de comunicación nos han bombardeado dos días completos con imágenes acerca del accidente en Juan Fernández. Caos, desesperación, pesadumbre y tristeza es lo que se ve en las calles y en los temas de conversación de los hogares en todo el país. Ahora es cuando me pregunto qué fue lo que causó tal conmoción, ¿Es el hecho de que un grupo de los desaparecidos forme parte del mundo de las comunicaciones? Bajo mi punto de vista diría que influye bastante, pero nosé si sea realmente ese el hecho o más bien sí, pero desde una perspectiva mucho más profunda. Veo como gente cercana está gravemente afectada por esta situación y me siento rara, extraña y ajena al tema. No porque no sienta pena, todo lo contrario, también fue una situación que nunca pensé que sucedería, pero lo que más me deja ensimismada es el hecho de observar que se quiere tanto a alguien que está detrás de una pantalla. Me hace pensar en lo relativas y superficiales que son las relaciones hoy en día, que tenemos un entorno social obsoleto de personas a nuestro alrededor pero una persona que no conoces en realidad te llena mucho más que la unión que por ejemplo se puede establecer a nivel familiar.
Ejemplos de vida son los que estas personas nos pueden demostrar a través de los hechos acontecidos. Felipe Cubillos es el fiel reflejo de que el dinero y el poder no nos hace mejores seres humanos, sino que el concepto de solidaridad es el que te hace formar parte de un nivel superior al común denominador de la gente. Ejemplo a seguir para los Luvsik, los Donoso, los Piñera.
Felipe Camiroaga es otra historia, se puede pensar que era un tipo famoso y por ende hay una mayor cobertura televisiva, pero quizás ese es el mérito que tiene, era un grande de las comunicaciones, sino el mejor, y tenía una calidez que escasas personas tienen hoy en día. Era increiblemente auténtico y eso se agradece en esta época, donde todos pretendemos tratar de aceptar decisiones o acciones de los demás, olvidando el hecho de ser sinceros con nosotros mismos. Y esa es la conclusión que saco con respecto a él, era auténtico, hacía lo que él quería, y era feliz, de eso no tengo duda, porque al final esa es la misión que tenemos en esta vida, buscar nuestra felicidad a pesar de las adversidades que ocurran, y el mayor mérito es ser feliz haciendo lo que te gusta y además haciendo que otras personas sean felices, colaborar con esos "granitos de arena" que hacen de tu día un día mejor, quizás para muchos espectadores él y su equipo eran las ganas de salir a estudiar o trabajar con una mejor disposición todas las mañanas.
Es difícil entender situaciones como esta, mucha gente se pregunta porqué "Dios" se lleva a las personas que hacen el bien en esta vida, y bajo mi visión yo creo que es así de simple y nada más, si se van es justamente por eso, porque ya hicieron lo que debían en esta vida, y una vez cumplida tu misión eres llamado a pasar a la siguiente etapa. Esto hace que sienta una tranquilidad rara en el momento, no tendría porqué sentirla pero es así, yo creo que murieron felices, haciendo lo que ellos amaban, cumpliendo su misión y cuando esto pasa simplemente debes irte. Y cuando digo esto siempre en mi casa me miran con cara de espanto y me he ganado el apodo de "fríbola" con el tema de la muerte, pero yo pienso así, la muerte no es la ausencia de algo, tampoco es viajar a algún lugar, es un estado en el que recibes lo proporcional a lo hecho en esta vida.
Por último quiero darle gracias no sólo a estas 21 personas, sino que a todos los que hacen posible que esta vida sea más llevadera, que nos saquen una sonrisa sólo con su existencia o con una mínima acción, aunque mucha gente me ha dicho últimamente que me conformo con las migajas de cariño de algunas personas, pero estos días comprendí que quizás esa es la forma de vivir, sin esperar tanto de los demás encargándonos de ser felices, porue a veces una pequeña acción te cambia completamente la perspectiva que tienes de un día.


‎"Acerca de la angustia y la amargura, cuando creas que algo no es posible, que los problemas te agobian, que ya no puedes, date un tiempo para ver las estrellas y espera despierto el amanecer, ahí descubrirás que siempre sale el sol, ¡siempre!"-Felipe Cubillos.

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