viernes, 19 de agosto de 2011

Abortando la misión de poder llegar a tí

Sólo quiero tu perdón algún día, y así poder convencerme de que lo que hice ahora era lo mejor para los dos, si lo hice fue por algo, la decisión ya está tomada, fuí orgullosa en algún momento de mi vida y quiero volver a serlo. No estoy bien,tampoco mal porque sé que habrán días peores y me consta que necesitaré de un hombro y de una espalda donde aferrarme como lo hacía en el autobús, pero el paso de este año ya dejó suficientes cicatrices como para seguir torturándome gratuitamente. Quizás no fue en vano, eso espero, porque ya derramé lágrimas, grité sobre mi almohada y quise correr hacia ninguna parte más de doscientos días seguidos. Y aunque pensé en un momento que algo fluiría hoy con una sola frase todo lo que alguna vez pensé cayó a un abismo donde dudo saquen mis últimas convicciones del tema. Tal vez el hecho de saber que intenté hacerte feliz me conforta, porque dí mucho de mí, quizás no todo, pero si no lo hice fue porque no sentía la seguridad para lanzarme a una vida nueva que estaba dispuesta a aceptar. Y quizás leas esto y me odies o quizás te dé lo mismo, y eso me frustra...El hecho de pensar que no te das cuenta que estoy mal si no me ves llorando...

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